Las máquinas de tipo B instaladas en hostelería (tipo B1), son aquellas que, a cambio del precio de la partida, conceden al usuario un tiempo de uso o de juego y, eventualmente, de acuerdo con el programa de juego, un premio en metálico.
El precio de la partida simple es de 20 céntimos (0,20 €) con un premio máximo de una partida de 500 euros. El programa de juego no puede provocar ningún encadenamiento o secuencia superior al premio máximo, y debe devolver en premios, al menos, el 70 % de las cantidades jugadas por ciclo de 40.000 partidas consecutivas.
Para obtener la autorización de explotación, el modelo debe estar homologado por la Administración de cada Comunidad Autónoma, e inscrito en el Registro de Juego autonómico. Incorporan las marcas de fábrica y la placa de identidad, así como contadores y dispositivos de seguridad que hacen imposible la alteración de la memoria electrónica. Pasan inspecciones periódicas, anuales o bienales, realizadas por empresas calibradoras independientes.
Las empresas operadoras son expertas en asesorar a sus clientes (los bares) sobre los mejores productos para sus establecimientos, se ocupan de la gestión administrativa de sus máquinas (autorización, renovación, traslado, baja, canje, pago de impuestos, etc.) y de la logística de almacenaje, distribución y mantenimiento o reparación.
Entre las empresas operadoras y los bares se firman contratos por los que los bares alquilan el espacio para ubicar la máquina y factura a la operadora con el IVA correspondiente, acordando la distribución de la recaudación de la máquina. Las máquinas “B” son una forma de ingresos para los bares.
Se constituyó en 1980 para representar los intereses de las empresas operadoras de máquinas en hostelería, agrupando a asociaciones de ámbito provincial o autonómico. Durante más de cuarenta años, nos hemos consolidado como una organización que representa los intereses de la industria de entretenimiento.